Reseña de La Cena de los Caníbales de Fer Carredano

Puede que el título de la novela de Fer Carredano os induzca a error y terminéis pensando que es un libro de terror, y lo mejor de todo es que incluso puede que lo sea aunque no en el sentido literal de la palabra, al mismo tiempo que los personajes de la novela son también caníbales, pero tampoco en el sentido literal de la palabra. 

Todo esto os puede parecer confuso pero sólo hasta el momento en que empecéis a leer el libro y os deis cuenta que las personas que aquí se describen, las situaciones en las que se ven envueltas, sus miedos y sus recelos, y, sobre todo sus envidias, son realmente el terror de nuestro día a día. 

La trama se desarrolla durante la cena de Navidad de una productora local a la que acude la protagonista, Desiré Juárez, que a esas alturas y después de estar dos años trabajando en los guiones de la serie estrella de la productora. La Intrahistoria ha descubierto que no es oro todo lo que reluce, y que las personas de las que se rodea son terriblemente dañinas y ladinas, con todo el peligro que eso encierra. Llega a la cena hastiada y con ganas de largarse antes de empezar, y durante el transcurso de nuestra lectura iremos descubriendo mediante flashback qué es lo que ha llevado a Desiré a encontrarse con ese estado de ánimo. 

Gracias a esta alternancia entre pasado y presente, conseguiremos ir tomando conciencia de lo que ha tenido que sufrir la pobre Desiré durante este tiempo, y comprenderemos por qué su actitud (tratando de parecer simpática) no concuerda con sus pensamientos (despreciando a algunos de sus compañeros de trabajo). Este hecho al principio puede parecer chocante, pensando que la niña es una hipócrita de mucho cuidado que te pone buena cara cuando en realidad está pensando lo contrario, pero es que sólo con avanzar unas páginas más, terminaremos siendo nosotros los que no soportemos ver al tal César y a sus amiguitos. 

Pueden parecer también un tanto fuera de lugar los recuerdos de Desiré sobre su feliz infancia, pero os aseguro que más tarde cobrarán significado sobre todo para entender los temores y suspicacias de la protagonista. El libro cuenta con escenas dignas de aplauso en las que casi nos regocijamos cuando Desiré decide por fin plantar cara a esos buitres, por ejemplo durante la edición de los créditos de La Intrahistoria, expresando lo que todos estamos pensando a esas alturas y sacándonos un "¡bien hecho!" con todas las de la ley, aunque lo  mejor de todo, sin duda alguna, es la gloriosa escena final, el desenlace de la cena, en la que la venganza alcanza su máxima expresión, y con un toque de humor negro buenísimo, Carredano nos sienta en primera fila al  lado de Desiré para comprobar jocosos como "a cada cerdo le llega su San Martín"

El libro se lee rápido y fácil, y el hecho de tener que viajar entre pasado y presente, lejos de desconectarnos de la historia lo que consigue es que empaticemos con el personaje y nos hace partícipes de su resentimiento y hastío. Fer Carredano ha sabido tratar muy bien la compleja relación entre seres humanos: ese sentimiento de amor/odio que existe en las parejas más pasionales, el jefe ególatra que, aún así no se olvida de ensalzar a sus trabajadores, la envidia corrosiva existente entre los mismos compañeros, y la falsa amistad que se forma dentro del lugar de trabajo, que nos tiende a confundir y olvidarnos de que los buenos amigos, son los que están en las buenas y en las malas. Todo esto ocurre dentro de una productora local, pero lo crudo, lo real, lo inevitable, es que también ocurre a nivel nacional, en la tele, en la prensa, en tu propio trabajo sea el que sea, o incluso en  una comunidad de vecinos. Porque los seres humanos somos así, caníbales, capaces de devorarnos unos a otros para poder conseguir lo que queremos.

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