Reseña de Bobo, ¿se puede justificar un asesinato? de Antonio Lagares

Buena pregunta la que se nos plantea como presentación de la novela. Una pregunta que incluso después de leerla nos seguirá creando duda. Además, me aventuro a preguntar cómo una persona que está en contra de la pena de muerte, puede llegar a justificar un determinado asesinato, que es exactamente lo que me ha pasado a mí.

Y precisamente entre estos dilemas, con una serie de sentimientos encontrados, y con mucha, mucha emoción en la lectura que sólo se puede transmitir al escribir con igual emoción, es como disfrutaremos de las páginas de Bobo. 

Nuestro protagonista es una persona muy especial, en todos los sentidos, con una mal llamada "enfermedad" que sus padres no supieron enfrentar, ya que estaban ocupados con la enfermedad "real" de su otro hijo, y donde se nos plantea el primer dilema: ¿de verdad los padres tratamos a todos nuestros hijos de igual  manera?, es evidente que los queremos, si, pero quizá no repartamos nuestra atención y dedicación de forma equilibrada...

El problema de Bobo deja de serlo (irónicamente) al ingresar en prisión, y precisamente en la cárcel, a punto de ser ejecutado por haber cometido un asesinato, es donde recibe la visita de un periodista que tiene la intención de escribir la historia de Bobo y darla a conocer. A través del periodista, el lector se verá involucrado en la conversación, (o más bien monólogo del condenado), en el que nos irá contando los detalles más importantes que han marcado su existencia, hasta llevarnos al hecho que le hizo acabar preso.

Al conocer la vida de Bobo, comprenderemos que las apariencias engañan, y que las locuras están más presentes en una persona aparentemente normal, (como el insoportable señor Douglas o la mujer del guarda), que en un niño tachado como "bobo". Antonio consigue traspasar la mente del lector e instalarse directamente en nuestro corazón al relatar de manera conmovedora los hechos más dolorosos en la vida del personaje. La muerte de su querido hermano Peter, nos pondrá un nudo en la garganta y será difícil contener la emoción. Si además, compartimos el amor por los animales y hemos vivido de cerca el cariño y la muerte de nuestro perro, sufriremos junto a Bobo en los momentos finales de su perro de agua Curro, que Antonio relata tan maravillosamente y que nos provocará más de una lágrima.

Tendremos tiempo también de tratar temas como la teología, la pederastia, la lealtad, el amor, y, por supuesto, la venganza y nos daremos cuenta que esta novela, despacito, casi sin hacer ruido, acomodándose a nuestro lado como un animal de compañía, ha terminado por conquistar nuestro corazón.

Dejo este texto extraído del libro como homenaje a Kala y a Mora a las que nunca olvidaré:

"El perro es un regalo de Dios para que la soledad nunca supere a la mente humana. Somos tan imperfectos que se vio obligado a dotarnos de un complemento con ausencia de odio, poder, envidia, avaricia, maldad, resentimiento..., un compañero dispuesto a dar su vida por ti a cambio de nada. Un regalo que pocos aciertan a comprender"